domingo, 15 de enero de 2017

Vamos a depurarnos

      Con la llegada del nuevo año, uno de los propósitos más habituales es perder esos kilos que hemos cogido tras la suculentas comidas navideñas. Nos vemos más hinchados, pesados, incluso molestos, queremos depurar un poco nuestro organismo, perder líquidos retenidos, en definitiva, ponernos a dieta, o al menos comer algo más sano. Pues bien, una forma sana y natural de combatir estas molestias es simplemente aprovechando las propiedades drenantes de algunas plantas diuréticas.

Y aquí os dejamos algunas: 

Té verde. Más conocido como Camelia Sinensis, bonito nombre. Sus hojas destacan por sus propiedades diuréticas, además es rico en ácido clorogénico que ayuda a bajar los niveles de azúcar en sangre. Tiene acción depurativa, drenante y diurética. Muy agradable en el amplio abanico de mezclas y sabores. Y para los que tienen miedo a la cafeína, puedes optar por el rey de los tés verdes, el "Kukicha", bajo en cafeína y rico en minerales. 



Hinojo. Una hierba al alcance de todos y que fue ingrediente principal en nuestra cocina, en ensaladas o en infusiones. Tiene acción diurética, ayuda a evitar las flatulencias y favorece la digestión. 



Fucus. Esta planta no destaca principalmente por sus propiedades drenantes pero suele ir asociada a otras plantas diuréticas porque es una importante fuente de yodo, y destaca por sus propiedades adelgazantes y anticelulíticas. Importante la propiedad del Alga Fucus que la hace actuar como saciante. 

Piña. Es una de las frutas con una acción drenante más potente. Ayuda a mejorar la digestión, pero también es útil en la celulitis ya que ayuda a movilizar las grasas que han quedado acumulados. Su alto contenido en potasio es lo que la hace tan buena en la eliminación de líquidos. Si lo quieres incorporar como aperitivo entre horas, puedes optar por la piña deshidratada. 

Ginkgo Biloba. El ginkgo es uno de los árboles más antiguos que existen, destaca por múltiples propiedades saludables, entre ellas están sus acciones circulatorias gracias a sus flavonoides. Mejora tanto la circulación central como periférica, haciendo que la irrigación de todo el cuerpo sea favorecida. 



Cola de caballo. Aparte de ser una fuente de silicio orgánico que nos ayuda a cuidar nuestra piel y el tejido conjuntivo, tiene una potente acción diurética. La equisetonina es uno de los componentes activos que estimula la circulación sanguínea por el riñón, haciendo que aumente la filtración y la secreción de líquidos. 



Tienes la solución natural en tus manos, aprovecha las propiedades naturales de estas plantas: elimina líquidos, desintoxica tu cuerpo y ¡¡lúcete sin complejos!!
Es hora de empezar a incorporar en tu alimentación esta serie de plantas, que sabes a ciencia cierta que son agradables de tomar, buenas para compartir en infusiones, como tentempié entre horas, y buscándole esos ratos agradables. 




miércoles, 11 de enero de 2017

Un viaje de invierno

   Siempre es conveniente viajar, y ahora mas que nunca. No podemos quedarnos anquilosados al terruño, al horario repetitivo, a las costumbres ancestras; tenemos que salir, conocer, visitar, y relacionarnos con otras gentes y culturas. Es fácil...
   Cercano a Extremadura y conectado con la Lusitania, cruzamos el Alentejo para llegarnos hasta Lisboa. Una ciudad gris, estrecha, y tan grande a la vez, como sus gentes, sus plazas, sus monumentos, y todo, hasta sus estrechas calles son grandes.
   Un regalo que aconsejo a cualquiera. Un regalo que te abre los ojos al futuro que queremos, un sitio distinto que te hace reconocer lo bueno, y hasta lo malo si lo buscas. Plazas amplias, limpias, llenas de gente, alegres, colmadas de música por cualquier rincón. Metrópolis multi-cultural, abierta al mar, a los conocimientos nuevos y viejos, puerta de descubridores y descubrimientos y, como tal, sigue abriendo puertas al futuro.
   Siempre es positivo darse una escapada por un sitio como Lisboa, salir del "rancio" pueblo o recinto que nos encierra, descubrir nuevos lares, nuevas gentes, nuevas culturas, nuevas músicas, nuevas comidas y, como no, un sinfín de cosas nuevas para nuestros ojos. Esos ojos ávidos de color, aunque sea gris, pero de cosas nuevas y grandes.
   Un consejo a repetir, viaja, sal de tu entorno, conoce nuevos sitios, amplia el conocimiento a tus ojos, y abre tu cerebro a nuevas vivencias.
   La cultura empieza por un viaje, ya sea grande o pequeño. Mira todo lo que te gusta y traételo a tu sitio de residencia, ganarás en tranquilidad personal, y sinceramente, falta nos hace.
   Viaja, por favor...