lunes, 20 de junio de 2016

Sal del Himalaya

 
¿Conoces la Sal del Himalaya?

La sal de Himalaya es la sal más primitiva, posee 250 millones de años de antigüedad, proviene de Pakistán y es apreciada por su pureza y su composición a base de minerales como calcio, potasio, magnesio y hierro, elemenos que el organismo humano necesita.  

Es la sal más pura y libre de contaminantes que podemos encontrar en el mercado, y energéticamente la más rica de la tierra, es por ello que se la conoce como "el oro blanco". 
 
La sal común (que habitualmente tenemos en nuestras cocinas) lleva un proceso químico de depuración y refinamiento que la convierte en cloruro sódico, dejando así de ser un nutriente para nuestro organismo.  Los procesos de refinamiento al que se somete a la sal común inflaman y alteran las funciones de nuestros órganos. Los procesos de refinamiento a que se someten algunos esenciales de nuestra cocina, dígase la sal o el azúcar, alteran de tal forma sus nutrientes que provocan alteraciones en el organismo. Por lo que es altamente recomendable incorporar en nuestros hábitos, elementos como la Sal del Himalaya.

 
Teniendo en cuenta que gran parte de nuestra alimentación está basada en productos ya elaborados y precocinados que contienen sal común para potenciar su sabor, una gran alternativa para ganar en salud es el consumo de sal del Himalaya.

 Además de aprovechar sus beneficios en la alimentación, podemos beneficiarnos de sus virtudes en un baño relajante, o como exfoliante para la piel. 


En el mundo de la estética, son muy recomendados los baños con sal del Himalaya, para aliviar el dolor de reuma, tratar problemas cutáneos, revitalizar la piel, relajar y renovar la energía.

Una vez al mes, sería muy aconsejable, prepararnos un baño caliente y añadir 200 gramos de sal del Himalaya. Obtendremos grandes beneficios, ya que conseguiremos abrir nuestros poros y que nuestro organismo absorba todos los minerales esenciales de la sal del Himalaya, además de aportarnos una gran relajación. 

También, es un gran aliado para reactivar la salud de la piel y tratar el acné. Su acción exfoliante y desintoxicante elimina todo tipo de impurezas.

Solo necesitas:

- 10 gr. de sal de Himalaya
- 15 ml. de agua
- 2 gotitas de aceite esencia de Rosa Mosqueta

En un recipiente mezcla todos los ingredientes hasta conseguir una mezcla homogénea. Empapa un algodón y exfolia bien. Deja actuar diez minutos para que la piel absorba bien el remedio, y así obtener una limpieza profunda, después, lávate con agua fresca.




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